miércoles, 27 de abril de 2016

¡Atención! ¡Soldador!

La pasada semana tuvimos la suerte de que viniera a nuestra clase de los búhos el papá de nuestra amiga Mayra, Miguel. Hicimos un barrido para saber si alguno de nosotros sabía cuál era su profesión, unos dijimos policía, otros bombero y otros... ¡payaso! ¡No acertamos ninguno!
 
 
 Nos trajo unas piezas muy brillantes que nos contó que eran de aluminio y que formaban parte de las piezas que componen un coche... era una pieza del freno. Nos explicó que él tiene que ponerse una careta especial para protegerle los ojos cuando suelda y también trajo una monja... ¿Te lo explico?
 
 
 
 
 
Una monja es como una capucha de tela que cubre la cabeza y el cuello para que no le salten chispas... Todos nos probamos la monja y la careta y comprobamos que era bastante pesada.
 
 
 
 
 
 

Utiliza una especie de manguera para soldar que hay que conectar a la corriente eléctrica y debe coger una pieza pequeña de aluminio que convierte en líquido y la va colocando donde falta aluminio en alguna pieza que la máquina hace defectuosa. Jugamos a los 7 errores para observar 2 piezas que deberían ser iguales y teníamos que buscar cuál estaba defectuosa o le faltaba algo...
 
Luego también usa como unos rodillos y unas limas para dejar esa parte bien finita y que la pieza se pueda colocar donde debe sin dar problemas.
 
Nos pareció un trabajo de lo más interesante, nos contó que su fábrica no descansa nunca y hay soldadores trabajando las 24 horas del día, por eso hacen turnos incluso por las noches... Miguel nos dijo que había que especializarse mucho y practicar mucho tiempo para hacerlo muy bien...

 
 
 
 

Es una gozada cuando venís a nuestra clase y compartís vuestro tiempo y sabiduría con nosotros. Muchas gracias Miguel.
 
 


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