A lo largo del mes de enero hemos trabajado el cuento de A qué sabe la luna de Michael Grejniec.
"¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento.
Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a
qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un
pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e
intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos.
¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue
precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían
probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de
tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: ? Si te subes a mi
espalda, tal vez lleguemos a la luna?, le dijo al elefante."
El cuento se ha trabajado desde distintas perspectivas y formatos (contado, proyectado, sombras...).
Además, hemos visto que se trata de un cuento muy cercano a los chicos ( muchos de ellos ya lo conocían) lo que nos ha permitido realizar más aprendizajes y profundizar sobre el mismo.
También se ha trabajado conjunto a las otras clases del mismo nivel y en algunas clases de psicomotricidad.
Como punto final al cuento realizamos un taller sensorial donde probaron distintos alimentos ( había alimentos ácidos, picantes, dulces, salados...) y vimos a qué sabía nuestra luna.
El mes que viene os seguiremos contando más sobre nuestro proyecto de emociones.
